Mis inicios con la lactancia fueron algo duros. Yo creo que como los de todas en general (siempre hay por ahí alguna excepción que rompe la norma).
Desde que te enteras de que estás embarazada empiezan a llegarte historias de lactancia ajenas. Así sin más. Sin pedirlas.
Algunas son historias de mucho amor y otras son un verdadero drama.
A veces tienes claro que vas a dar pecho o biberón desde el principio.
Normalmente si tienes claro que vas a dar pecho asistes a algún taller de Lactancia de los que se imparten en los centros de salud. Vas toda emocionada, porque ahí es donde va a empezar tu historia de amor.
Prestas muchísima atención, incluso coges apuntes. Y si tienes la suerte de que tu pareja te haya podido acompañar incluso le das algún codazo cuando crees que eso que están diciendo es de vital importancia y tiene que prestar mucha atención.
Te cuentan las bondades y maravillas de la lactancia natural.A mí personalmente es algo que me apasiona. El simple hecho de pensar que podemos fabricar alimento para nuestras crías dentro de nuestro pecho es algo que me fascina.
Que nuestra leche cambie según las necesidades de nuestro bebé es alucinante. Y esa conexión que sea crea, es algo tan grande que no tengo palabras para describirlo.
Hasta aquí todo muy bonito.
Pero la realidad a veces es bien distinta de la teoría.
Conoce los problemas de los inicios de la lactancia materna
A veces te encuentras con que estás recién parida y no te sube la leche hasta una semana después. A veces el bebé no se engancha como es debido y la succión no se produce. A veces, debido al mal enganche tienes unas grietas que te quieres morir, no soportas ni el roce del sujetador. Y muchas otras maldades que pueden suceder.
Y es llegados a este punto cuando entre las hormonas, la inexperiencia, el agotamiento, y la presión de todo lo que aprendiste en el taller de lactancia se apoderan de ti.
Eso sumado a los comentarios (la mayoría de veces sin maldad) de nuestro entorno (sobre todo personas mayores que nosotras que vivieron otros tiempos) te hacen pensar que no vales. Que la lactancia no es lo tuyo. Que tu bebé está pasando hambre y que tú eres una egoísta y una mala madre que sólo piensas en ti y en tus intereses en vez de en su hijo y su bien estar.
Si logras superar esta primera etapa, ¡ENHORABUENA! ya tienes la medalla de bronce de la maternidad, y la mayoría de veces sin salir del hospital.
La lactancia materna es muy sacrificada
Continúas con la lactancia. Es muy, MUY sacrificado. A veces te preguntas sino hubiera sido mejor darle fórmula directamente y ser “felices los cuatro” (Tú, tu bebé, tu pareja y toda la comunidad de vecinos) . Pero resistes, sabes que estás haciendo lo mejor para tu bebé y además, hay veces que tienes ratitos de paz en los que piensas que la lactancia es lo mejor que te ha podido pasar en toda tu vida. ¿Subidón de hormonas? ¿“sipor?”.
Y cuando te quieres dar cuenta, ¡Ya llevas 4 meses con la lactancia! ¡MEDALLA DE PLATA!
Pero resistes, sabes que estás haciendo lo mejor para tu bebé y además, hay veces que tienes ratitos de paz en los que piensas que la lactancia es lo mejor que te ha podido pasar en toda tu vida.
Ahora viene la siguiente prueba:
“Tu leche ya no alimenta” “Ya es muy mayor para seguir con la teta” “Te está manipulando” “No puede comer cada tan poco tiempo, te usa de chupete” y mil frases más de 0’60 de esas que escuchas y te dan vueltas “patrás” los ojos.
Pero tú, que ya te has hecho una armadura de teflón para que todo te resbale, sigues adelante y te plantas en los 6 meses.
¡MEDALLA DE ORO! ¡Enhorabuena! Has cumplido las recomendaciones de la OMS en cuanto a la Lactancia.
Y si ya continúas años con la lactancia tienes medalla de platino y traje de Wonder Woman.
No está mal, ¿no?
Pero ¿qué pasa cuando llegas a los X meses y por la razón que sea tienes la necesidad de darte a tu bebé un bibe de fórmula? Pues pasa que aquí es cuando empiezas a sentirte la peor madre del mundo, y la más egoísta (sí, egoísta otra vez) porque estás privando a tu bebé del súper alimento de la vida. Porque en ese taller te dijeron que la leche materna era lo mejor que hay. Que estás pasando de darle a tu bebé un producto Gourmet a darle uno de marca blanca.
QUE LA LECHE MATERNA ES LO MEJOR PARA UN BEBÉ. Y tú, mala madre, le quieres privar de eso (maternidad y culpabilidad van de la mano)
Pero amiga, tú, ¡si, tú! La que me está leyendo, abre bien los ojos:
LO MEJOR PARA UN BEBÉ ES QUE SU MADRE (o sea TÚ) ESTÉ FELIZ Y EN CONDICIONES DE CUIDARLE Y DARLE AMOR.
Por favor, léelo otra vez.
¿Ya? Pues continúo.
No pasa absolutamente NADA por dar un biberón de fórmula a tu bebé si tienes que dejarlo con alguien para hacer lo que sea. No pasa NADA.
No pasa NADA, si por el motivo que sea tienes que darle un biberón a tu bebé.
No pasa NADA, si por el motivo que sea tienes que darle un biberón a tu bebé.
A estas alturas ya habrás podido comprobar que ser madre exige sacrificio y dedicación, pero no tienes por qué ser infeliz.
Si ese biberón te va a dar tregua en lo duro de este camino, repite conmigo ¡ALABADO SEA EL BIBERÓN! No pasa nada. Es leche de fórmula. Hay bebés que se alimentan exclusivamente de eso y están sanisímos y felices.
Es leche de fórmula no cianuro.
Tómate un respiro. No eres peor madre por no haber podido llegar a los 6 meses con LME. Eres una madre maravillosa que busca lo mejor para su hijo. Y lo mejor para su hijo siempre va a ser tener una madre feliz y con las pilas a tope para poder llevar la maternidad con alegría.
Así que, ya sea lactancia exclusiva, lactancia mixta o lactancia de fórmula. Lo que TÚ le des a TU hijo. Bien dado está.
Y por favor, no juzgues a las demás madres por su estilo de crianza. Hay muchas formas de criar a un hijo, pero lo que debería unirnos a todas tendría que ser la empatía, porque ninguna de esas formas es fácil.
Independientemente de la forma de crianza que elijamos lo último que necesitamos son ojos que nos juzguen. Sino miradas que con ternura nos digan “ NO TE PREOCUPES, LO ESTÁS HACIENDO BIEN”.
NUESTRA EXPERIENCIA
como mamás alien


YO QUIERO MI CAPA DE SUPERWOMAN YA!!!
Dos hijos, el mayor hasta los ocho meses, el pequeño ya mismo llegamos a los dos años y ahí seguimos, teta a tope. Y muy muy cansada de escuchar muchas idioteces, pero como dice una gran amiga mía: me paso vuestros “consejos” por el arco del amor… Exigiría mi capa igualmente si hubiera optado por el biberón. Tanto una cosa como la otra no quita méritos ni sacrificios. Asique madres, aliens… Suerte con cualquier opción que elijáis!! Besos desde Plutón…
Tú tienes la de SuperWoman y la que tu quieras amiga, gracias por compartir con nosotras tu experiencia. Personalmente sabes que a mi me tienes ganada. Sin tu experiencia y tus cuidados yo no hubiera llegado hasta aquí así que MIL GRACIAS.
Ainssss coml he disfrutado leyendo este post!!! Que guay lo pintan todo en el taller de lactancia!! Pero que cuesta arriba se hace a veces… y eso que Julieta, me lo puso facil desde el minuto 1!!! Me la pusieron encina del pecho y en lo que la matrona nos felicitaba… OSTIAS!!! QUE DAÑO!!! no se como lo hizo pero ella solita reptó como un gusano y se engancho a la teta como uns garrapatilla!!! Hasta ahi guay… pero luego viene la verdadera aventura!! Cuando llega la enfermera a la habitacion y te dice… “la niña come de la teta??” Y yo… “a ver, pues creo q si, la coge muy bien y esta todo el dia enganchada, pero claro, no se si le sale o no”… “pues tu sabras si hace pipí!!!” PERDOOOONA???? usted cree que una madre recien parida, con 300 visitas en la habitación, con el chichi dolorido, la suegra comiendote la oreja y tres compresas en las bragas de cuello alto, va a ser capaz de detectar en un pañal 2 tallas mas grande q me bebe, la meadita de un ratón?????!!!! Vamos, no me jodas.
Pero me deje llevar, continue mi lactancia y dine no, no y no a los bibis q me ofrecieron en el hospital.
Cogí aire… y dije “Ana, lo estas haciendo de puta madre” luegl comprobe que la pequeña cogia peso cada semana y me vine aun mas arriba!! Aun habiendo pasado por la movida de las grietas…las pezoneras y la mastitis… aquí seguimos con 4 meses y medio dandole duro al tetamen… eso si… no he podido resistirme a darle frutita en la merienda… Julieta pizpireta es una autentica exploradora… y le ha encantado la fruti…y aunque a ratos me siento mala madre por no haber seguido la recomendacion de la OMS … cuando me mira con la cuchara en la mano y ls compota de platano que le llega hasta la calva…y sonrie… se me olvida por completo.
Mucho amor, mis alienigenas. ❤
Muchas gracias por compartir con nosotras tu experiencia de mamá alien con turbante! ♥️
Otra que se apunta a la supercapa!!! Martin con 28 meses está con la teta a tope. come de todo, pero su teta es importante para el. cuando se enfada, teta; cuando se aburre, teta; cuando necesita mimos, teta…facil no es, pero si las circunstancias te lo permiten (trabajo, apoyo familiar, salud…) para mi merece la pena. y los opinologos? crecen como la espuma pero pasando de todo…. la madre soy yo, y si creen que es mejor de otro modo que lo hagan con los suyos
¡Enhorabuena por la súper capa! 28 meses son mucho meses, es un regalo maravilloso el que le estás haciendo a Martín y como bien dices, si para ti merece la pena, las opiniones de los demás sobran.
Eres un ejemplo a seguir para estas Mamás Alien con la L de novatas en el ovni